Hypnos yacía en la cama, su mirada fija en el techo.
Su madre, una mujer envejecida, sentada a su lado, le conversaba.
De pronto, la puerta se abrió y entró Nik, su sobrino, como siempre vestido con traje negro.
Hypnos lo ignoró, así que se Nik, se dirigía a su abuela, quien a pesar de su avanzada edad, lo escuchaba con mucha paciencia . El, le contaba de sus exitosos negocios, del cual era ella totalmente ajena.
Cuando finalmente, Nik se marchó, su madre dijo, con tono crítico : -«este golpea todas las puertas«.
Intento fallido de convencer a la anciana.

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