Autor: hectorag@gmail.com

  • No estaba todo dicho

    No estaba todo dicho

    El bolso azul, con su contenido vital, había desaparecido y el tren había descarrilado. Hypnos, vestido con un uniforme, se encontraba a bordo de ese barco averiado, en un mar embravecido. La alarma sonaba, un aviso para abandonar la nave. Todos corrían despavoridos, él descendía, hacia el corazón del barco.…

  • Paralizado y sin esperanzas

    Paralizado y sin esperanzas

    Caminaba por la ciudad, cuando una puerta que decía «SOCIO», se abrió ante él . Lo invitó a entrar a un lugar desconocido. Cruzó el umbral, se encontró con una escalera, y se deslizó por la baranda hasta llegar al otro mundo. En la plaza, los barrenderos jugaban como niños,…

  • Recuperar su libertad

    Recuperar su libertad

    El taxi, al que había subido, se transformó en su prisión. El conductor, había desaparecido, y un sustituto ocupaba su puesto. La situación lo alarmó y una sensación de desamparo e impotencia lo invadió. Le advirtió al conductor que no hiciera locuras. Sus palabras cayeron en saco roto y desde…

  • Siguió su camino

    Siguió su camino

    Conducía el tren de pasajeros como si fuera un auto. Atravesó la multitud que había en la estación, hasta que lo detuvo suavemente. En un edificio cercano, repleto de personas, Hypnos se tropezó con una joven de sonrisa cálida. La conversación sin importancia, lo alejó del mundo de los trenes.

  • Visita inesperada

    Visita inesperada

    Despertó con su pelo enredado en sus manos. Una agradable forma de empezar el día para Hypnos. La imagen de su amada, con el cabello negro entre sus manos, se desvaneció con el sonido del timbre. Ella se levantó como un resorte y desapareció. Desde la ventana, Hypnos vio dos…

  • Un intento fallido

    Un intento fallido

    Hypnos yacía en la cama, su mirada fija en el techo. Su madre, una mujer envejecida, sentada a su lado, le conversaba. De pronto, la puerta se abrió y entró Nik, su sobrino, como siempre vestido con traje negro. Hypnos lo ignoró, así que se Nik, se dirigía a su…

  • No soportaba tanta desconfianza

    No soportaba tanta desconfianza

    Hypnos, sentado en una mesa, en un cuarto semi oscuro, donde la única luz provenía de una lámpara amarillenta. Su madre, en la penumbra, le tendía un papel arrugado, mientras le decía: -«mirá me están robando«. Respondió con unos sonidos extraños, de disconformidad, que resonaron en la habitación. En una…

  • Freud y Young

    Freud y Young

    La casa antigua, repleta de espejos y cuadros, lo esperaba. En su interior, los doctores Freud y Jung, figuras destacadas de la psicología, le dieron la bienvenida a Hypnos. La esposa de Jung, una mujer de cálida belleza, dominaba la escena. Hypnos formuló una pregunta: -¿Ustedes están juntos porque separados…

  • No podía soportar ni la violencia ni la crueldad

    No podía soportar ni la violencia ni la crueldad

    Pese a que la oscuridad envolvía el edificio, Hypnos se animó a tomar el ascensor y a través del vidrio, vio a un joven amarrado a un alambrado, mientras que dos seres, le pegaban con un palo. Al bajarse del ascensor, se encontró con dos desconocidos, uno, con el rostro…

  • Aroma a lavanda

    Aroma a lavanda

    Aquel día inolvidable el azar hizo que se topara con Nik, una figura conocida y simpática, pero a la vez psicópata no diagnosticado y mentiroso sin escrúpulo. Estaba allí, parado a su frente, mudo. Entonces Hypnos le preguntó : –¿debo darte la mano? Ante la falta de repuesta y para…