Un mundo que no podía cambiar

Le pidió a su esposa que le trajera su hija bebé, de pocos meses, a quien ansiaba ver.

Ella regresó con una sonrisa en su rostro, portando en sus brazos al bebé.

Se paró frente a Hypnos, y le tendió sus brazos con su hija, tapada por manta blanca.

Cuando descubrió el rostro apareció una muñeca de porcelana !!

En ese instante, quedó inmovilizado, sin pronunciar palabra alguna.

Preso de un mundo que no podía cambiar.

Ella desconectada de la realidad , él sumergido en el abismo.

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