Un marinero, interrumpió la tranquilidad de Hypnos, diciéndole con voz grave: -«usted tiene que tener un ropero» la frase, que parecía más un mandato que una sugerencia, lo sacudió por un momento.
Luego Hypnos le preguntó: -¿Tiene usted hijos?, como si fuera esa la clave para desentrañar la cuestión.
La respuesta del marinero, llegó de inmediato: -«No» contestó.
Entonces, Hypnos le dijo al marinero: -«gracias, pero con una percha me basta«.
El realmente, no necesitaba más espacio, porque no quería tener más espacio, prefería andar liviano, que arrastrando una carga que no podía soportar.


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